Sonríele a tu cuerpo
Para esta práctica necesitas un espejo de cuerpo completo.
Cuando te encuentras con alguien que quieres y hace tiempo que no vez te surge una sonrisa espontanea y sincera, casi incontrolable. Es como un saludo, es como dar la bienvenida, es un signo de aceptación y cariño. En este ejercicio sonríele a tu cuerpo
1 Ponte en un lugar cómodo. Frente al espejo de cuerpo completo.
2 Inhala profundamente por la nariz, exhala por la nariz.
3 Si te naces decirte algo, hazlo por unos minutos.
4 Mírate a los ojos y sonríe, sonríe sinceramente.
5 Sigue sonriendo y ahora mira cada parte de tu cuerpo, desde los pies hasta la cabeza, sonriéndole a cada una de ellas.
6 Siente como tu sonrisa está dirigida exclusivamente para cada parte de tu cuerpo. Le estas sonriendo a los dedos de los pies, a tus pies, a tus piernas… continua hasta tu cabeza.
7 Ahora enfócate en tus sentidos y sonríeles. Sonríele al sentido del tacto, gusto, olfato, oído y vista.
8 Regresa la mirada a los ojos y agradécele a tu yo interior por este tiempo juntos.
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